El planeta Tierra es una gran escuela sutil. Vinimos a aprender, desaprender, contribuir, servir, sanar y dejar este lugar un poco mejor de lo que lo encontramos.
Con tantos millones de habitantes que pasan por aquí, cada uno único y especial, es normal que existan muchísimos caminos y alternativas para evolucionar, profundizar y fortalecer nuestro espíritu.
Cada persona según su familia y país de nacimiento nace dentro de alguna religión. Aunque tenemos tanta libertad que podemos escoger si seguimos dentro de esa religión, si dejamos de creer, si creemos en algo sin estar seguros de qué es o si decidimos explorar nuestra espiritualidad desde otra perspectiva diferente a la religión.
El camino para conectar con Dios, la Divinidad, el Universo o como quieran llamar a esa fuerza creadora, es muy personal. Todos tenemos el derecho de explorarlo a nuestro ritmo, de buscar guía, conocer seres maravillosos que nos inspiren y también de inspirar a otros, ser coherentes con nuestras creencias y nuestros actos, retomar el camino cuando nos hemos salido, adquirir sabiduría, de permitirnos ser quienes somos y profundizar nuestra conexión desde el amor.
Una de las maravillas de esta gran escuela es que es tan grande que todos podemos cohabitarla sin distinción. Debería ser como una gran universidad en donde todos los estudiantes nos inscribimos en diferentes carreras (religiones o caminos espirituales) según lo que nos hace vibrar. Vivimos entre la responsabilidad de aprender y al mismo tiempo la libertad de decidir si queremos entrar a clase o no, podemos perder materias o semestres y repetirlos, compartimos con personas que tienen visiones de vida muy diferentes a nosotros, hacemos amigos de nuestras carreras y de otras, podemos cambiar de carrera o también dejar de estudiar.
En este campus convivimos todos mientras conectamos desde diferentes perspectivas con esa fuente de luz, sabiduría, perdón, compasión, sanación, vida, abundancia y creatividad. Aquí ninguna carrera se debería imponer sobre otra, o querer ser la única que se imparta, o sentirse superior a las demás. Todos estamos en un camino muy personal por lo que hay tantas opciones para escoger, como hay variedad de gustos, alimentos, plantas, flores, animales. Mientras estamos aquí en nuestro proceso de evolución, debemos apoyar, comprender y respetar el de los demás sin juzgar ni estigmatizar. Estamos juntos en esto, compartamos en paz y amor mientras vivimos en esta escuela.
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