Si estamos atentos y prestamos atención se pueden recibir
señales angelicales a través de plumas, canciones, libros, frases, números e
incluso a través de animales como mariposas, mariquitas y también colibríes.
No sabía mucho de colibríes, pero empezaron a llamar mi atención
cuando comencé a verlos todos los días. Vivo en el último piso de un edificio y
detrás hay un gran árbol, el año pasado escuché un canto de pájaros que no
reconocía. Días después vi a los colibríes revoloteando, posándose sobre las
ramas, volando de un árbol a otro. Al generar un cariño especial por ellos, desde
la ventana del apartamento les hablábamos con mucho cariño.
Después de un tiempo de verlos tan seguido, decidimos investigar
sobre ellos y encontramos que se podía hacer un néctar, compramos el bebedero y
lo pusimos en una ventana de la cocina. Pasaron los días y nada, pero los
seguíamos escuchando y viendo. El 24 de octubre de 2019, se acercó uno por
primera vez y no volvió. Seguía pasando el tiempo y nada. El 30 de noviembre
alcancé a ver en la tarde cómo un colibrí se acercaba al bebedero. Al día
siguiente, mientras estaba en un evento, en mi casa vieron cómo empezaron a
tomar del bebedero todo el día.
Todo diciembre, enero y parte de febrero estuvieron viniendo
mañana y tarde, todos los días. En cambio en marzo y abril, a pesar de que los
seguíamos viendo en el árbol, no vinieron a tomar néctar. En mayo, estuvieron
viniendo algunos días y este mes también, volverlos a ver cerca nos alegra el
corazón.
Aunque no sabemos por qué dejaron de venir tan seguido, les
seguimos teniendo el mismo cariño, los seguimos amando en libertad, disfrutamos
de sus cantos, de sus vuelos y de sus bailes frente a la ventana, poderlos ver
en el árbol y hablarles también nos alegra el día. Ahora sabemos que pese a su
pequeño tamaño, su belleza y su gran corazón también son un animal de poder.
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